En los últimos años de vida, cuando Leonora había perdido gran parte de su destreza para la pintura debido a la artritis y a la falta de visión fina por casi setenta años de arduo trabajo, inicia una de las etapas de mayor esplendor artístico de su vida al realizar muy diversas obras escultóricas en formatos pequeño, mediano, grande y monumental en bronce a la cera perdida a través de sus maestros fundidores. Hoy en día, el Consejo Leonora Carrington cuenta con parte importante de la obra escultórica de Leonora correspondiente a este periodo.