Bestiario de Leonora Carrington: 5 criaturas mitológicas que aparecen en su obra

El fascinante universo creativo de Leonora Carrington se nutre de un rico tapiz de símbolos y arquetipos. Sus obras, que transitan entre lo onírico y lo místico, están pobladas por criaturas mitológicas que, lejos de ser meras ilustraciones, se convierten en poderosas metáforas de su visión del mundo, la psique y la feminidad.

Estas figuras ancestrales son, en la poética de Carrington, subvertidas y reinterpretadas, dotándolas de un significado que desafía las convenciones y explora la complejidad del inconsciente femenino.

En este artículo, nos adentraremos en el particular bestiario de Carrington, explorando cómo reinterpretó a seres provenientes de mitologías como la Griega, Egipcia o Hindú, como el Minotauro, el Cinocéfalo, la Arpía, la Esfinge o las Nagas, dotándolos de nuevos significados y revelando las profundidades de su imaginación sin límites.

1. Minotauro

Criatura de la mitología griega con la cabeza de un toro y el cuerpo de un hombre. Habitaba en el laberinto de Creta y aparece prominentemente en el mito de Ariadna y Teseo.

Simboliza: Los aspectos oscuros del inconsciente, la bestialidad interior, los laberintos de la mente y la dualidad de la naturaleza humana. Para Carrington, el Minotauro trasciende su rol de monstruo para adquirir connotaciones personales relacionadas con el poder masculino y la opresión, quizás reflejo de sus propias experiencias con figuras de autoridad y las normas sociales restrictivas de su época. Sin embargo, en su obra, esta figura es frecuentemente reinterpretada con elementos femeninos o subvertida, transformando la narrativa de dominación.

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Pintura And Then We Saw the Daughter of the Minotaur de Leonora Carrington
Pintura And Then We Saw the Daughter of the Minotaur

2. Cinocéfalo

Se trata de diversos seres con cuerpo humano y cabeza de perro o chacal. Aparecen en múltiples culturas antiguas, especialmente en el Antiguo Egipto, a menudo asociados con regiones lejanas o tribus exóticas. En algunas tradiciones, se les vincula con la vigilancia, el inframundo o incluso la sabiduría, como el dios Anubis.

Simboliza: Lo salvaje, lo instintivo, la conexión con el mundo animal, la figura del guardián o mensajero. También representan la sabiduría, la palabra misma y el conocimiento arcano. Para la cultura occidental, pasaron a representar lo extranjero y lo distinto.

En el contexto de Carrington, el Cinocéfalo puede encarnar aspectos no racionales de la psique o la otredad, pero a menudo vinculados con lo femenino y lo intuitivo, elementos centrales en su exploración de una realidad más allá de lo cartesiano. Refleja su fascinación por lo místico y lo primordial, aspectos que buscó integrar en su visión del mundo.

Aparece en: Aunque no siempre es una representación directa del cinocéfalo clásico, figuras con cabezas caninas y características híbridas aparecen en algunas de sus obras, sugiriendo una conexión con este arquetipo. Su presencia es sutil y a menudo forma parte de la atmósfera onírica y transgresora de sus composiciones, como se puede interpretar en:

Mother Monkey de Leonora, joya de oro y piedras preciosas
Pieza de joyería «Mother Monkey»

3. Arpía

En la mitología griega, son espíritus femeninos con cuerpo de ave de rapiña y rostro de mujer. A estas figuras aladas se las asocia tradicionalmente con el viento, el rapto, la voracidad y la destrucción.

Simboliza: La voracidad, la furia, la venganza y los aspectos oscuros de la feminidad. Sin embargo, para Carrington, las Arpías adquieren un significado de liberación de las normas sociales femeninas y de empoderamiento. Aunque en la mitología clásica representaban lo femenino de forma negativa, la poética de Leonora a menudo subvierte estos significados y los reinterpreta como una manera de reivindicación de la fuerza salvaje y no domesticada de la mujer, desafiando las expectativas de su época y de la sociedad patriarcal.

Aparece en: Figuras con características de arpías, como cuerpos de ave y rostros femeninos o deformados, se pueden identificar en algunas de sus composiciones oníricas donde la forma se transforma y fusiona.

Pintura Who Art Thou, White Face? de Leonora Carrington
Pintura «Who Art Thou, White Face?»

4. Esfinge

Criatura mitológica con cabeza humana, cuerpo de león y a veces alas. La esfinge griega es conocida por plantear acertijos y representar un peligro mortal para quien no los resuelve, mientras que la esfinge egipcia se asocia con la realeza y la protección de lugares sagrados.

Simboliza: El misterio, el enigma, la sabiduría ancestral, la protección y los umbrales del conocimiento. Para Carrington, la Esfinge puede representar la búsqueda incansable de respuestas en lo desconocido, la confrontación con la psique profunda o la naturaleza enigmática de la existencia misma. Su interés en el psicoanálisis de Jung y el esoterismo la llevó a explorar figuras que guardan secretos y plantean desafíos intelectuales o espirituales. Además, Leonora mantuvo en su vida y obra un estrecho vínculo con los seres y figuras felinas. El mismo Edward James, algunas definió la obra de Leonora afirmando “esta es la casa de la esfinge”.

Aparece en: Se pueden encontrar representaciones de la Esfinge en algunas de sus pinturas y esculturas, a menudo con una cualidad introspectiva o guardiana. Carrington la utiliza para evocar un sentido de misterio y sabiduría oculta.

5. Nagas

Seres semidivinos con forma de serpiente o con la parte superior del cuerpo humana y la inferior de serpiente, prominentes en las mitologías hindú y budista. Se asocian con el agua, la fertilidad, la protección de tesoros y conocimientos ocultos, y a veces con la transformación y la inmortalidad.

Simboliza: La sabiduría ancestral, la energía Kundalini (fuerza vital espiritual), la conexión con las profundidades de la psique, la transformación, la regeneración y la inmortalidad. Dada la profunda fascinación de Carrington por las culturas orientales, el budismo, la alquimia y el esoterismo, las Nagas representan fuerzas vitales y espirituales que emergen del subconsciente, la dualidad de la vida y la muerte, y los ciclos de renovación. 

Aparece en:

  • Tower of Nagas (1991), una pintura que ilustra claramente la importancia de estas criaturas en su imaginería tardía.
Pintura Tower of nagas 1991 de Leonora Carrington
Pintura «Tower of nagas»

El recorrido por el bestiario de Leonora Carrington revela que sus criaturas mitológicas son mucho más que simples figuras decorativas; son portales hacia su compleja cosmovisión, herramientas a través de las cuales exploró temas como la identidad femenina, la psique humana, la liberación de lo instintivo y la conexión con lo místico.

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