El «Templo de la palabra» es una pintura que evoca civilizaciones antiguas, cómodas columnas que sostienen al templo, similares a las ruinas egipcias. La edificación contiene diversos glifos que representan vacas y bueyes, animales sagrados en muchas culturas. Los seres antropomórficos que se encuentran en la explanada, poseen diversos elementos como banderas y sombrillas, acaso heraldos y paseantes ocasionales. Tres figuras ocupan el templo: dos seres antropomórficos, uno negro y el otro blanco, representando una dualidad. Sobre ellos, otra figura flotante, tal vez una deidad, la de la palabra. Esta evocación de elementos bíblicos (la trinidad y la palabra como origen de todo), se entremezcla con elementos oníricos y arcanos, así como una misteriosa figura que nos recuerda a a la serpiente emplumada.