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									Leonora se representa a sí misma sentada en una silla, con una mirada intensa y directa hacia el espectador. Sobre su cabeza flota un caballo de juguete, símbolo de la infancia, la imaginación y la libertad. El caballo también puede ser interpretado como un vehículo hacia el inconsciente y el mundo onírico. A los pies de Carrington se encuentra una hiena, animal asociado a la muerte, la transformación y la sabiduría ancestral.								
				 
				 
				 
		
		
				
				
				
									Leonora Carrington creó este autorretratro entre 1937 y 1938. Después, al inicio de la Segunda Guerra Mundial, dejó el lienzo en manos de Marx Ernst, quien lo llevó a Nueva York en 1941.								
				 
				 
		
				
		
		
		
		
				
				
				
									Museo Metropolitano, Nueva York, E.U.								
				 
				 
				 
				 
		
		
		
		
				
				
				
									1000 5th Ave, New York, NY 10028, Estados Unidos								
				 
				
				 
		
				 
				 
		
		
				 
				 
				 
			
			
		 
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