Esta obra fue realizada en 1991, en un momento en el que Carrington ya era una figura reconocida en el mundo del arte. En la mitología hindú, las nagas son seres serpereos que se asocian con el agua, la fertilidad y la sabiduría. A menudo se representan como guardianes de tesoros ocultos y poseen poderes sobrenaturales. Carrington retoma esta figura y la adapta a su propio universo onírico, dotándolas de un significado más personal y profundo.