La quimera, una amalgama de lo animal y lo divino, encarna la dualidad inherente al ser humano. En la obra de Leonora Carrington, estas criaturas híbridas son recurrentes, explorando los límites entre lo consciente y lo inconsciente. La figura cornuda de «Who Art Thou, White Face?» evoca al Minotauro, un arquetipo que simboliza la fuerza bruta y la pasión reprimida, encerrado en un laberinto interior. Sin embargo, el rostro blanco y andrógino de esta criatura introduce una capa adicional de complejidad, sugiriendo una búsqueda de identidad más allá de los estereotipos de género. El fondo oscuro y misterioso de la pintura acentúa la atmósfera onírica y evoca las profundidades del inconsciente. La criatura, con sus alas que sugieren libertad y transcendencia, parece atrapada entre dos mundos: el terrenal y el espiritual. Sus cuernos, a menudo asociados con el poder y la autoridad, adquieren aquí un significado más ambiguo, pudiendo representar tanto una amenaza como una fuente de sabiduría.