Leonora conoció a Max Ernst en Paris. Ahí conocieron al diversos artistas surrealistas. Poco después, se mudaron al sur de Francia a una casa de campo. Luego de la declaración de la guerra de Francia a Alemania, en 1939, Max Ernst pasó a ser considerado un enemigo para los franceses, por lo que fue encarcelado durante un tiempo. En este contexto, la artista pintó el retrato.