El escultor y fundidor Alejandro Velazco Mancera, quien trabajó con la artista durante 27 años, ha declarado que esta pieza es muy especial, ya que fue la primera que Leonora realizó en tamaño monumental en la última etapa de su vida, y que la artista se conmovió y emocionó al verla terminada. En total, se fundieron 11 piezas de diferentes tamaños.